sábado, 16 de agosto de 2008

Problemas en la traducción del manga al español ** PARTE II**

Clikea aqui para ir a la primera parte del artículo.

Por Casandra


Hasta hace algunos años, todos los nombres extranjeros, al pasar a nuestro idioma eran cambiados por el más parecido al de la lengua “de llegada”; por ejemplo, Peter cambiaba a Pedro y Mark a Marcos.

Si esto pasaba con el idioma más cercano al nuestro, el inglés (tanto por la localización del gigante del norte, como por la invasión en cuanto a términos tecnológicos), imagínense las distorsiones que sufrían los nombres japoneses; por ejemplo, se llegó a cambiar Mako, de Mako, la sirenita - ¡citado en el título! - por Margarita (de cariño Margo).
Incluso nombres que no eran propiamente japoneses, al estar en una historieta proveniente del país del sol naciente, cambiaban radicalmente. Como ejemplo tenemos al caballero de oro Camus de Acuario del manga “Los Caballeros del Zodiaco” (Saint Seiya), traducido en el libro para colorear (que fue lo primero que nos llegó a México después del anime*), como Camil e incluso Camilo, en algunos números.


Hablando de “Los Caballeros Zodiaco” en particular, es cierto: lo primero que llegó a México de este título fue la serie animada y su doblaje dejó una huella tan grande, que el nombre de Camus no se pronuncia en nuestro país (hasta la fecha) como suena en su original francés (‘Camiu’), sino como se escribe. Pero lo que más se percibe de este manga (ya como manga en sí), es la traducción de su título, pues son conocidos en México y la mayoría de los países de habla hispana como ‘Caballeros’ aunque, en el idioma original son llamados ‘Santos’.

Fue un problema completamente cultural el cambio de un término a otro, ya que nuestra tradición judeo-cristiana no nos permitiría llamar santos a personajes tan bélicos (aunque ahora que conozco la vida de algunos de los santos católicos ya no estoy tan segura).
Así, el “Santo Seiya” se volvió el “Caballero Seiya”, personaje principal de esta historia.




Otro importante problema del cual hablar, es el espacio, los globos y su distribución. La escritura japonesa al principio solamente era vertical, la escritura horizontal comenzó en la era Meiji (año 1868 a 1912), y ahora se entremezclan en los diferentes medios escritos. Un ejemplo claro se encuentra en cualquier periódico japonés.

Hoy en día, el manga y la novela aún mantienen la escritura en forma vertical. Especialmente el manga, puesto que, después de tantos años, es muy difícil cambiar a la escritura horizontal y hacer leer de izquierda a derecha (aunque últimamente los comics estadounidenses ya llegan en su propio formato).
Además, la forma de la escritura tiene una muy profunda relación con la composición: cada cuadro del manga no es estático y no sobrevive por sí mismo, siempre avanza hacia la izquierda; los diálogos se escriben verticalmente y se van pasando en un sentido completamente contrario al que estamos acostumbrados, de derecha a izquierda.



En un principio, cuando el manga apenas se empezaba a traducir, el arte y el formato eran invertidos con un proceso conocido como “flopping”, y así podían ser leídos a la manera occidental (es decir, a nuestra manera), de izquierda a derecha.
El problema fue que hace algunos años, varios mangakas se quejaron, desaprobando que sus trabajos fuesen modificados de esa forma, y exigieron a sus editoriales que cuando vendieran una licencia, lo hicieran con una cláusula para que mantuvieran el formato original de su obra.

Pero el manga ya había crecido en el gusto de la gente de otras partes del mundo, y como consecuencia de la demanda de los fanáticos y la cláusula de los mangakas, muchas casas editoriales empezaron a ofrecer el formato original de derecha a izquierda, que es ahora un estándar para los lectores de manga fuera del Japón.

En una entrevista con Marc Bernabe (famoso traductor español de mangas), surgieron comentarios acerca de estos problemas en referencia a un solo manga: Detective Conan.
Según él, hay que adaptar el texto para que se entiendan las deducciones del detective en cuestión, cosa terriblemente difícil cuando notamos que muchos de los casos se basan en particularidades de la lengua japonesa, lo que obliga (como dice Marc) “a recrear desde cero algunos casos detectivescos para que tengan sentido en español”.

También nos cuenta que al ser una publicación ‘occidentalizada’ (en donde se ha ocupado el flopping), los diestros se convierten en zurdos, y “hay decenas de casos en los que el hecho de que un personaje haga algo con la mano derecha o izquierda representa la clave para resolver el enigma”.

Pese a que son tantos los problemas que recaen sobre una buena traducción de manga, las compañías (como lo dije al principio) no están a favor de mantener un cuidado sobre estos intereses.
Tomemos como ejemplo a la compañía norteamericana Tokyopop,sobre la que muchos críticos coinciden en que “sus publicaciones agresivas hacen énfasis en la cantidad sobre la calidad”.

Afortunadamente, a raíz de varios incidentes provocados por fans y mangakas, ya algunas casas editoriales no tienen empacho en buscar buenos traductores; en México tenemos a la conocida Editorial Vid (o Mundo Vid), que nos ha proporcionado buenas traducciones de los mangas más conocidos de este lado del “charco”.

Casandra´s after
Para el traductor traidor de mangas:

No porque el manga se llame así, se saque usted de la manga todas las líneas; hay algo llamado coherencia visual entre la imagen y el texto, y hay que respetarlo.

No me molesta en este momento recordar que cuando era mas pequeña, en un manga de “Sailor Moon”, decía en letras llenas de sangre: “Pulpo”, y yo me pasaba las horas tratando de encontrar al animal de ocho brazos; fue hasta hace algunos días que, viendo algunos scans en internet, me encontré con esa misma página y con una resbaladiza onomatopeya: “Pulp”. ¡Claro! Era el ruido de cuando mi heroína se resbala y se lastima… hasta ese momento me expliqué por qué la palabra estaba sangrando.

Bien, señor traductor traidor, espero que mejore su desempeño y nos haga familiarizarnos desde el principio con la trama de su manga en turno, porque entre más cercanos estemos al contexto, menos feas notas aclaratorias adornarán sus páginas.

Concluyo, no sin antes agradecerle, pues pese a que algunos de sus trabajos son pésimos (y con “P” mayúscula) nos han hecho soñar, reír, llorar, alegrarnos y, sobre todo, lograr sorprendernos en este mundo en el que ya todo se ve como si fuese cualquier cosa.

Atentamente su fiel admiradora:
Casandra




*animación japonesa que casi siempre aparece después de la versión en manga

Imágenes:
Camus de acuario en Chisten
Hoja de viñetas de Espacio Luke
Gris de Tony Sandoval y Patricio Betteo

2 comentarios:

Alessa dijo...

De nuevo: es dificilísimo esto de la traducción. Realmente agradezco la dedicación -y existencia- de traductores cuidadosos Marc Bernabé.

Por otro lado, me he dado cuenta que siento una especie de gusto al encontrar errores de traducción. Como corrector de estilo, es casi automático revisar todos los textos que se cruzan en nuestro camino. Y cuando encuentro errores garrafales que no son ortográficos como la pronunciación de Camus o el famoso desliz de Mónica Manjarráez (actriz de doblaje de Sailor Mars en México) cuando llama a Serena como Usagui (su nombre en japonés) debido una incoherente traducción, me llena de un curioso orgullo.

Esté quien esté junto, le digo: "¡se equivocaron!" y luego va la explicación que nadie pidió. Me pregunto qué será de aquellos errores que no veo -sean o no ortográgficos... ¡Qué ganas de advertirlos y entender por qué no los vi antes!

Ah! Y por cierto, la segunda imagen del artículo pertenece al manga de Blood que fue publicado en México por VID (otra vez, esa sensación; ja, ja, ja...)

Casandra Ruiz dijo...

Definitivamente no hay mas que agradecer a quienes se dan el tiempo de hacernos llegar tan grandiosas historias, pero no puedo dejar de notar que hay algunos errores que son por dejadés (incluso acaban con la lógica del cuento).

Ahora, traté de hacer incapié no sólo en los errores cometidos, también en la dificultad de no cometerlos.

Y por supuesto que a los amantes de la cultura japonesa (y de la hispana para no dejar) nos fascina explicar cosas... ya me han callado varias veces pero yo siempre sigo hablando hasta de más XD!

 
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