"Hace mucho tiempo existía un planeta llamado Magic Fantasy". ¿De dónde rayos saqué ese nombre? A lo mejor es porque cuando yo escribí esa historia estaban pasando Magic Knight RayeEarth (aka Las Guerreras Mágicas).
Me emocioné tanto con las series de entonces que me regañaban en la escuela por soñar despierta.
No podía evitarlo, deseaba tanto vivir algo parecido que no me podía controlar; los maestros terminaron por dejarme en paz cuando me ensoñaba,
pero cuando vieron que yo les platicaba de "las guerreras" a mis amigas o a cualquiera que quisiera escucharme decidieron hablar con mis papás.
Supongo que imaginaron a una orda de niños y niñas con cara de lelos a cualquier hora del día.
Muy mala imagen para la escuela.
La primera vez que leí un manga, tenía 10 años, era uno muy viejito, medio irreverente; me alegró las tardes idiotas que sucedían luego de mañanas escolares que estaban repletas de maestros no irreverentes; era una época en la que casi siempre me encontraba con quienes se comportaban indiferentes, como no queriendo escuchar cuando les decía que yo adoraba a Tolkien y a Astro Boy.
Como resultado, fue que intentaron alejarme de "el motivo de mi actitud negativa", pero ya era demasiado tarde, había escrito muchísimos cuentitos cortos acerca de aventuras y de creaturas voladoras, espadas y poderes.
En ese tiempo conocí a una muy buena amiga que resultó tener también esa "actitud negativa" de la que tanto querían alejarme. Ella me introdujo al mundo de los juegos de rol y del magic. Y ni maiz, mis papás cayeron derrotados. Un "master" aunque sea joven, tiene mejores argumentos que los de una niña lela de 13 años; los cuales terminaron por convencer a mis papás y dejarme equilibrar mi fantasía incontrolable.
Sin embargo, llegó la catástrofe: me tacharon de turulata e infantil, se llevaron mis fantasías, juegos, historias y videos en bolsas de plástico, negras, ocultas, para que no me "pervirtieran" esas cosas extrañas que me llenaban la mente de cosas más raras aún.
Pero perdieron. Llegaría el bien amado internet. Y me encontré con que no era la única irreverente y turulata, encontré con quiénes sentirme a fin, a pesar de que sólo me los encontraba en la red pues en mi pequeño espacio casi no tenía con quién hablar; muchos se sonreían cuando les preguntaba por sus series o mangas favoritos, meneaban la cabeza y decían que ya no veían caricaturas para niños, que esas cosas no les iban, "no, no, tú vas por mal camino" decían.
Ahhh, esa época ya pasó. Ya la viví. Ya sé lo que es vivir con gente que no entiende o no quiere entender lo que a ti te gusta, te ven como bicho raro y quieren que crezcas pronto para que se te olviden todas "ésas cosas".
Thats why, nació cnamko, para rebatir a aquéllas mentes planas y, a veces carentes de sentido común que hablan sólo por hablar, sin conocimiento, acerca de acaso algo que podría llegar a abrirles las telarañas de esas cabezas que lo vuelven todo maligno, satánico, ¡Uh no! ¡vade retro!.
Cnamko es más que un club, es un grupo con gente que rebate, debate y discute, se divierte, crea y re crea aquéllo que es el común denominador de todos aquéllos que lo integran. And also, aquí nadie puede - ni debería- censurarte porque te gusten cuestiones como el yuri, yaoi o el hentai, de las que que he de añadir me proclamo fan.Eso de formar parte de un grupito con gente que entiende tus loqueras, grita y/o se emociona con x serie o x canción, te da una satisfacción muy grande.
Cnamko puede ser un grupo más, es cierto, pero creo que todos los que estamos dentro de él ( y los que vendrán) tendrán el mismo deseo que tuve yo, cuando era tachada de niña turulata, el deseo de hacerles ver a todos lo maravilloso del anime, la genialidad de esos monitos japoneses.
Dadum.
Lo mejor del asunto es que, yo me veo de viejita leyendo mangas, escuchando a Yoko Kanno sentada por ahí... riéndome a todo pulmón.
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martes, 24 de junio de 2008
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